Martes. 15 de abril de 2014
Querido Diario:
Hay veces que me pasan cosas que prefiero no acordarme. Como esa vez que dije que iba a contar hasta 20 antes de salir a buscar a todos y sólo conté hasta 16. Igual perdí... porque, obviamente, los demás fueron más rápido y yo corría pero no llegaba. patas cortas... Si.
Son mentiras de a ratos, son cosas que uno dice que va a hacer, pero que después no hace porque... no hay razón... solo porque no. Como cuando dije... "Otro día". Y yo sabía que no habían más días. "Mañana, dale?" Y tampoco había mañana... si, fue mentira...
Me encanta mentir. Es la necesidad que surge desde abajo de las uñas y se mueve lentamente por la yema de los dedos. Es una fuerza inevitable que me brota desde un punto entre la razón y el inconveniente. Es la diversión de la invensión, la risa del cuento mezclado con la aventura de la teatralidad. Ese pacto tácito entre dos... El otro no sabe y sí sabe al mismo tiempo. Es la mentira. Las patas cortas, la respiración que se va agitando. El corazón que bombea. Es la mentira que surge. Entre las piernas, por los brazos. Las cosquillas, las sonrisas. La mordida de labios, los ojos abiertos, bien cerrados.
Pelo enmarañado entre las sabanas de la mentira. La mejor de las mentiras...
Si esto es verdad, estoy mintiendo, si es mentira, es verdad. Paradójico. no?.
Mentiras (que hacen falta) para sobrevivir.-
escrito por
Unknown