Lunes, 19 de Octubre de 2009
madeja de hilo enrededados.
Siempre fui un poco y un poco. Un poco de miel, un poco dulce, otro poco amarga. Con olores que enamoran y aromas que enternecen al más arisco. Y fue hoy, el amargo comenzó a taparme las narices. Me empieza a asfixiar, me ahoga. Me ahogó.
Pierdo el conocimiento de donde estoy, qué hago aquí. Que vine a buscar. Siempre en el mismo juego de estar y dejar de estar. Siempre en la misma madeja de hilo enredado. ¿Cuándo terminaré de desarmar los hilos enroscados?
Mucho tiempo más no voy a aguantar...
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